"Nuestro deseo de saber es nuestra arma para sobrevivir"

Carl Sagan

lunes, 2 de abril de 2012

Metarealidad Kormeliana

Nos siento en mis recuerdos.

Nos construyo en mis pensamientos.

Tú y yo somos uno.

Y sin embargo, nunca estás en mis sueños.”

El Mirante.

Era objeto de discusión frecuente en los jardines y mentideros de la sagrada colina de Kor, llegándose en más de una ocasión a duros y enérgicos enfrentamientos, llenos de gritos y aspavientos, todo en acuerdo a los acendrados usos y costumbres del excelso arte de la guerra…dialéctica, claro. Aquí en la tierra, lo denomino transmetafísica, la ciencia de la realidad; para intelectuales ontología o estudio del ser; para nostálgicos, metafísica; para físicos, simplemente física. Engloba un variado campo de indagaciones sobre todo o el todo según algunos e incluso, paradójicamente, sobre la nada. En esencia, incluye todo intento de responder a preguntas del tipo más holístico imaginable.

Bien, sería demasiado largo de contar la evolución e historia de este debate allí en Kormelia e incluso sería demasiado largo de contar, la más breve historia del asunto aquí en la tierra. Por ello, me ceñiré a exponer la más aceptada de las corrientes transmetafísicas kormelianas. Para quien quiera una síntesis reducida de la misma remito a la cita inicial de esta entrada que recoge, al menos, su esencia.


Los kormelianos, en este asunto, partimos de ciertos principios básicos:

  1. La realidad es real.
  2. Lo real es lo que existe.
  3. Lo que existe es aquello que puede ser percibido o dicho de otro modo más clarificador, forma parte de un sistema de intercambio de información.

De estos “simples” principios deducimos que el todo no es sino la suma de toda la información posible. Lo cual, entre otras cosas, nos índica que la nada está incluida en el todo (pues su esencia es la falta de información lo que es en sí misma, una información) y por tanto no ha lugar a debates sobre limites globales. Sin embargo, han sido los limites el campo de batalla principal en la ciencia transmetafisica y de hecho, al menos aquí en la tierra, siguen siendo el centro de todas las controversias. En Kormelia hace tiempo que se superó este escollo, reconociendo que los limites, en cualquiera de sus formas: geométricos, matemáticos, físicos son contenedores conformadores de información. Son las piezas básicas de los diversos sistemas referenciales que conforman la realidad. Imaginemos un ejemplo para entender dicha cuestión. Tomemos una carta entre dos amantes y pensemos cuanta información hay en ella: tenemos la carta en su conjunto, palabras, letras, espacios en blanco, tinta, papel, olor, elementos químicos, energía pero también sentimientos, secretos, verdades…mentiras, etc. No obstante hay entorno a esta cuestión un tema espinoso que ni siquiera los kormelianos fuimos capaces de responder nunca ¿existe un limite al numero de limites definibles? Si amigos, la terrible cuestión…¿Qué es el infinito?¿Existe? Un viejo maestro me dijo, justo antes de que le echará a patadas de mi casa ¿acaso importa? Otro susurró, es Dios y compadecido, le invite a marcharse. Y un último, me dijo que quizás era la expresión matemática del concepto de la nada… hoy somos íntimos amigos. Si, quizás sea el reverso tenebroso del humilde cero. Eso cuadraría el círculo, la nada dentro del todo. El verdadero vacío dentro del espacio. El ilimitado limite de los limites. El secreto de la creación si es que este existe.

En la próxima ocasión, descenderemos de la transmetafísica a la física donde las ideas aquí recogidas se conforman en contenedores algo más familiares para los terrícolas. Dejaremos atrás la posible infinitud de la realidad, para compartir con vosotros las dos principales hipótesis kormelianas sobre este inmenso contenedor de información que llamamos cosmos.

3 comentarios:

  1. No sé si lo he entendido, o me he perdido a mitad, o me he imaginado algo que no es...

    En cualquier caso, estoy de acuerdo en el tema de la realidad, aqunque yo matizaría: "lo que forma parte de NUESTRA realidad" es lo que conocemos, y por tanto lo que existe para nosotros.
    Ciertamente, yo no existo para un dogon que no me ha visto en su vida y que no ha tenido noticias mías.
    Aunque eso no significa que yo no exista para otras personas que sí me conocen.

    Lo que nos lleva a "lo desconocido". Ese algo que existe "en teoría", pero que no hemos conocido AÚN, y por tanto no podemos afirmar su existencia, sino simplemente teorizar sobre ella. Bendita salida demergencia la Teoría, que les salva el trasero a los científicos y filósofos... :)

    En cualquier caso, evidentemente La Nada está dentro del Todo, puesto que podemos definirla como un "algo".
    Y a veces donde pensamos que no hay nada, hay algo, sólo que como no lo conocemos no es real para nosotros, hasta que tenemos un conocimiento de su existencia, y pasa a ser real en nuestra percepción del universo conocido. Como cuando en un espacio aparentemente vacío del universo, donde parecía no haber "nada", se descubre un agujero negro. Otro tema apasionante, el de los agujeros negros...

    Aún así, hay cosas que se me escapan de tu texto...
    Abro mi mente a un debate en estos comentarios, si usted quiere revelarnos algo más de su sabiduría kormeliana a estos pobres mortales que le leemos....

    :P

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  2. Creo que tienes una pequeña confusión y confundes lo que percibes con la realidad cuando de hecho lo que pretendo decir es precisamente que dicha realidad es en verdad lo que puede ser percibido, entendiendo percibir en un sentido total, extenso de la palabra...de hecho sería más clarificador usar la expresión aquello que puede interactuar (intercambiar información) en una escala cualquiera...debes ir más alla de conceptos como materia, energia y demás...estas cosas son reales pero hay mucho mas...

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  3. Creo que confundes mi supuesta confusión, pues he pretendido decir precisamente eso: que lo que existe no depende de que lo percibamos. Puede haber algo ahí que no percibimos y que sin embargo existe.

    Quizá es que me he explicado mal.

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Si tienes algo de sangre kormeliana te animo a comentar sino...tambien